Reseña: "36"

Título: 36
Autor: Nieves Delgado
Editorial: Cerbero
Tipo: Autoconclusivo
Páginas: 188

El nacimiento de una nueva Inteligencia Artificial en el CIDIA siempre es motivo de alegría. En el caso de la que ocupará el cuerpo número 36, la felicidad es doble, puesto que, nada más nacer, ha sorprendido a todos los técnicos con un insólito «Buenos días». 36 no es una IA como las demás, se hace preguntas y quiere respuestas. ¿Dónde reside la verdadera identidad? ¿Qué sentido tienen las etiquetas? ¿Es necesario integrarse y aceptar la opinión de la mayoría?

En el universo que crea para nosotros Nieves tenemos una organización, el CIDIA, que destina millones de euros para generar inteligencias artificiales. Al contrario que la reproducción humana, que por cada embarazo hay un bebé (o varios), las inteligencias artificiales (IAs) nacen de otra forma. Se generan muchas y cada X tiempo despierta una. En esta historia conocemos a 36, una IA que demuestra una inteligencia asombrosa nada más despertar.

El nombre de las IAs proviene del cuerpo que ocupan al despertar, y durante su crecimiento, mientras están en la fase de niñez y de adolescencia, tienen un cuerpo andrógino que no demuestra el género que tienen. Cuando llegan a la fase adulta deciden qué quieren ser, como se van a llamar, y en base a eso se crea un cuerpo para elles.
36 demuestra una inteligencia abrumadora para sus creadores, ya que aprende de una forma extraordinaria y pasa de una etapa a otra con extraordinaria rapidez.

Nuestra IA experimenta problemas de adaptación propios de su condición. Al estar escoralizada con niños y más adelante, con adolescentes y jóvenes, tiene que tratar con el ser diferente en un entorno humano, y aquí se ve como la autora refleja a la perfección lo crueles que son los niños y los jóvenes con alguien que es diferente a ellos.

Como todas las historias, además del desarrollo del personaje (o personajes) principales, tenemos un problema que requiere una solución. En esta historia el problema viene de parte de las IAs anteriores a 36, que comienzan a dejarse morir, a quedarse en lugares recónditos y esperar a que se les acabe la energía base que sostiene su existencia.

El CIDIA requiere de la presencia de 36 para que investigue cual puede ser el problema, si es algo de la programación, si tiene que ver con el entorno en el que han crecido, en qué trabajan, etc. De alguna forma que la IAs se suiciden produce una ruptura entre la sociedad humana y la integración de éstas, que se convierten en algo desechable.

La construcción de 36 está basada en el desapego completo y absoluto por el ser humano a nivel afectivo y sexual. 36 entabla amistades durante su crecimiento y en sus fases de estudio, pero recalca que la compañía es agradable pero tampoco necesaria. Aunque demuestra ese desapego a través de la narrativa de la historia, queda en evidencia el punto de interés y curiosidad por el ser humano, por sus reacciones, sus formas de expresarse, como viven y se relacionan, como el estudio de un extraterrestre.

A medida que discurre la historia conocemos a quien 36 considera su padre y su, podríamos decir, doctora, pertenecientes al CIDIA. Ambos entablan una relación cercana con la IA ya que la dirigen y en cierta medida, la protegen, durante todo su crecimiento.

Cuando 36 ya es adulto el CIDIA recurre a la IA básicamente para salvarles del cierre ya los informes que el Gobierno les pide no son demasiado positivos para la continuidad del proyecto. 36 se convierte en alguien indispensable para el CIDIA, ya que es la única IA que tiene una consciencia de un nivel tan alto, que se relaciona con humanos diariamente en sus estudios y que ha decidido seguir más allá de las enseñanzas mínimas. 

La sociedad es bastante despectiva con las IAs, ya que consideran que para ser inteligencias artificiales no usan todo su potencial ya que muchas tienen trabajos de clase baja que les permite pagar el sustento y la vivienda, siendo el cuádruple (o más) de inteligentes de lo que es el humano medio. Con semejante inteligencia, a vistas de la sociedad, deberían hacer algo que mejorara la vida.

En general la escritura es increíble ya que en nuestra cabeza se forma a la perfección cada detalle narrado. Las vivencias de 36 nos tocan desde cerca por lo personal que es narrativa del libro, y la autora consigue que le cojamos cariño en muy pocas páginas a un personaje, algo que no todos los autores son capaces de hacer.

Es evidente que tiene a su favor la portada, ya que refleja la fase adulta de una IA, y a nivel de color y forma tiene todas las de captar la atención del cliente. En el interior encontramos fallos de maquetación, falta de espacio y, a mi gusto, una tipografía demasiado grande para el formato que tiene.


Algo más que para pasar el rato, una historia para conectar con lo que podría pasar
y con la crueldad humana que hay escondida a plena luz del sol.





Como apunte: 36 está en su segunda edición, con una ampliación del contenido, 
y desde aquí queremos felicitar a Cerbero y a la autora, Nieves Delgado. ¡Enhorabuena!





Nos vemos en el próximo post gotitas,
Vanclaise.

1 comentario:

  1. No conocía el libro y he de admitir que tiene buena pinta, el tema me gusta. Aún así, investigaré más sobre él antes de decidirme, porque no estoy segura de si ofrece nada nuevo al tema de las IA que no haya leído ya.

    Un saludo,
    Laura.

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